
Cuando decidí empezar con Bubbles, una de las pocas cosas que supe desde el comienzo era que quería que la calidad fue un eje esencial de mi trabajo. No estaba pensando solamente en los materiales que iba a utilizar, sino que también hacer los trajes de baño con dedicación.

La primera versión del modelo “Summer Nights”, hecho con un sobrante de tela.
En este sentido, también tomé algo de inspiración del pasado, en que las cosas se hacían para que duraran. Hoy en día, mi impresión es que especialmente nuestra ropa la podemos usar solo un par de veces… si tenemos suerte. Es verdad, no siempre ese es el caso, pero a menudo sí lo es. Y yo quiero cambiar eso.

Haciendo los moldes y cortando la tela.
Con todas las marcas de fast-fashion con precios muy bajos que han aparecido, se nos tiende a olvidar que detrás de nuestra ropa solía existir una historia. Por un lado, había una persona que dedicaba tiempo y energía en confeccionar algo hermoso para que alguien lo pudiera usar. Y por el otro, estaba ese alguien que soñó con tener esa pieza especial de vestuario y que quizás hizo un esfuerzo extra para poder comprarlo. Ese es el valor de lo hecho a mano que quería rescatar en mi línea de trajes de baño.

Trabajando con mi ayudante.
Desde el proceso de diseño en donde pienso en las diferentes formas de cuerpo y la forma de acentuar cada figura; pasando por la selección de telas donde intento crear algo diferente al resto; hasta la confección de los trajes de baño, en todo el proceso estoy pensando en la mujer que se quiere sentir y ser única.